Fuente: Pensódromo.com
El portal cultural Dosdoce.com publicó un artículo firmado por José Antonio Vázquez titulado “El futuro de las librerías” con un sugestivo sub-título: “Los libreros que quieran continuar en el negocio van a tener que hacer algo más que colocar libros en las estanterías y esperar para venderlos“.
La reflexión de José Antonio Vázquez es muy relevante para todos los que estamos interesados por el papel de las librerías en el entorno de la nueva edición y además, compartimos varios de sus puntos de vista.
Destacamos algunas de las ideas centrales planteadas en el mismo:
— Hace tiempo que se viene hablando del cierre y desaparición de librerías. Si bien esto puede estar determinado por diversas razones según el caso, en ningún caso se puede afirmar -y menos en España- que el cierre de una librería está motivado por la aparición del libro digital… todavía.
— Las declaraciones a favor o en contra del libro digital aportan poco por demasiado obvias, reiterativas, caprichosas y, en ocasiones, falta de lógica; tanto a favor como en contra de un formato o del otro. Serán las generaciones futuras las que terminarán pronunciándose al respecto. Lo importante son los libros y cómo podamos acceder a ellos, dónde comprarlos y de qué manera. Son los agentes comerciales de la cadena de valor del libro los que verdaderamente tienen en las manos cuidar de su negocio debido a los cambios tecnológicos y de hábitos de lectura (en este caso, las librerías).
— Hay una realidad inevitable: las librerías van a tener que adaptarse de un modo u otro a los cambios que va a traer el libro digital. Puede que de tan lógico parezca peregrino, pero si tenemos en cuenta que todavía, sólo el 36,6% de las librerías tienen web propia, entonces ya no nos parece tan absurdo resaltar lo que para muchos es una evidente necesidad, incluso mucho antes del temido libro electrónico.
— Las librerías pequeñas y medianas han de evitar convertirse en réplicas de las grandes superficies. Es lógico que también quieran su cupo de ventas de los grandes éxitos, pero será suicida hacerlo sin defender un espacio propio.
— Los movimientos de las editoriales respecto a la digitalización de sus contenidos van a ser muy importantes. Parece que la actitud más extendida es la de no dejar al librero desamparado y que éstos sigan siendo el canal de venta del libro, sea en el formato que sea.
Mientras unos se preparan, otros titubean. Todavía algunas de las grandes librerías dudan o parece que por ahora ni se lo plantean, a pesar del creciente número de editoriales que ya han manifestado abiertamente (y manifiestan) su futuro digital. ¿Qué pueden hacer el resto de las librerías?
— Hay excusas y razones más o menos técnicas para pensar bien el cómo y porqué de la adaptación a lo digital, pero ninguna es lo suficientemente fuerte para ralentizar demasiado la transformación, y suenan un tanto a excusa. ¿Están mirando realmente hacia adelante? Son capaces de observar los cambios que han sufrido en su cotidianeidad con respecto a la vida de sus padres, y no digamos ya de sus abuelos.
— Aunque pensemos –y sabemos- que el libro tal y como lo conocemos tiene un componente especial, de valor intrínseco, además de vehículo de cultura, transmisión de lenguaje, pensamiento humano, etc., no por ello van a ser eternos o, al menos, de uso común para las generaciones que estudien, trabajen y se manejen casi exclusivamente con lo digital.
— En cualquier estudio, el mayor indicador en contra del ebook es sencillamente el “gusto por el papel”. Un argumento que deviene débil frente a los cambios generacionales. Las librerías no pueden hacer otra cosa que poner la mirada en las futuras necesidades. Habrá libreros que les interese seguir en activo y harán todo lo posible por actualizarse o mantenerse, para lo cual se transformarán de manera gradual según los cambios que se produzcan. Habrá otros que no les interesará el nuevo modelo de librería por no ser tal y como lo han entendido toda la vida y dejarán que su negocio se despida con su carrera de libreros.
— Buena parte de los libreros están a la espera. Otros lo tienen muy claro y entienden exclusivamente la librería como la hemos conocemos hasta día de hoy, y lo que venga después del libro impreso ya no consideran que sea el mismo negocio. En cualquier caso, si pensamos que la librería según la hemos conocido y disfrutado tiene los años contados, todavía quedan otros tantos para adaptarse y regenerarse, para lo cual toda transición es necesaria.
— Hay una cuestión que todavía pasa inexplicablemente por alto y que apenas se menciona sino es también para sacrificarla antes de tiempo. Nos referimos a la impresión bajo demanda (POD); una herramienta ideal para la transición del papel a lo digital, mediante el cual las librerías pueden hacer un servicio inestimable a los lectores. Sería un grave error que las librerías dejaran esta opción sólo en manos de las editoriales.
— Como sea, los libreros que quieran continuar en el negocio van a tener que hacer algo más que colocar libros en las estanterías y esperar para venderlos. Con los nuevos tiempos, ya en la red, la incorporación a redes sociales –algunas ya lo hacen- y una buena plataforma con sistema de recomendaciones es un paso obligado. Y continuar siendo asesores, porque la llegada de distintos formatos con diferentes valores añadidos, algunos casi al gusto de cada lector, necesitará a alguien que les recomiende o describa uno u otro formato, incluso su funcionamiento. Es fundamental trabajar con la idea de la especialización e ir transformando paulatinamente el local en un centro de información de ámbito cultural, un poco más allá del libro.
— Pongamos entusiasmo en la transición, y como tal conviene que las librerías vayan haciendo adeptos, animando e informando a sus lectores y clientes y que éstos no sientan que los cambios van a traer el fin de su librería favorita sino nuevas oportunidades y valores añadidos que la hagan más atractiva. Si los libreros son “maestros de lectores”, no han de temer entonces que éstos hagan el clic en la web de una gran cadena, en lugar de hacerlo en su librería o acercarse a saludar y comprar (papel o digital) a la tienda. Así se crea la fidelidad, y no con la desconfianza en lo que viene.
— Es un momento de transición, de la adaptación obligada si no se quiere o prefiere perecer en breve. Aún así será duro. Pero también hay que ser realistas. Lo insustituible del papel (su romanticismo y simbología, el fetiche) lo seguirá siendo para los que hemos crecido con él, los que no lo han hecho es posible que no vean funcionalidad ni emoción en algo que no reconocen de suyo, sino algo mucho más que sustituible. Ese día llegará, sin lugar a dudas.
Acerca de José Antonio Vázquez Rodríguez
Postgraduado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y Diplomado en Filología Eslava por la Universidad Complutense de Madrid, ha vinculado su formación y labor profesional en el ámbito de la edición a los nuevos medios, desde la edición y promoción online hasta el análisis de contenidos.
Asistente durante tres años de Valeriano Bozal, Catedrático de Historia del Arte en la UCM, a su vez ha trabajado en tareas de promoción, prensa, contenidos para portales de Internet (SGAE, Punto de Lectura), así como lector, corrector, editor de mesa en editoriales como Suma de Letras, Plaza y Janés, Machado Libros, Iniciarte (Junta de Andalucía), etc. En ocasiones, continúa colaborando esporádicamente con algunas editoriales en la edición de títulos propios, prólogos, etc. Del 2005 al 2009 se hizo cargo de la dirección editorial Velecío Editores.
Desde el 2007 colabora como parte del equipo en el portal cultural Dosdoce.com en la elaboración de nuestros estudios, investigaciones de mercado, análisis de tendencias en el sector editorial (edición y marketing online 2.0) y consultor. A su vez, escribe como crítico literario en nuestra sección de reseñas y participa en la edición de artículos para el blog Comunicación Cultural con noticias sobre la digitalización del libro.
En la actualidad también ejerce como profesor y tutor en el Máster Online de Edición Digital de la Universidad de Alcalá de Henares.
Vea el artículo completo en:
http://www.dosdoce.com/articulo/opinion/3649/el-regreso-al-futuro-de-las-librerias-independientes/