“América Latina tiene el reto de formar mejores lectores”: CERLALC-UNESCO

23 de abril de 2012
Fuente: CERLALC- UNESCO

Este lunes 23 de abril se conmemora el Día Mundial del Libro.
CERLALC- UNESCO muestra panorama de América Latina en temas
de lectura.

Bogotá, abril de 2012. En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Libro y el derecho de autor, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC-UNESCO), revela un estudio comparativo de comportamiento lector en América Latina, a partir de los datos que aparecen en las encuestas realizadas por ocho países de la región (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú, República Dominicana y Uruguay),  incluyendo cifras de España y Portugal.

“Es una oportunidad para emprender, con la evidencia empírica a mano, una seria reflexión sobre los impactos que han tenido las políticas públicas dirigidas a fortalecer el acceso de la población a los contenidos editoriales y
a promover mayores niveles de lectura en la región”, afirma el director de Cerlalc-Unesco, Fernando Zapata López.

“Lo primero que hay que destacar en los resultados es que cerca de la mitad de la población de América Latina, cobijada por las encuestas, se declara ‘no lectora’ de libros. Falta de tiempo y desinterés por la lectura son
las razones más frecuentes para justificar este comportamiento. Esto contrasta con las tendencias en el uso del tiempo libre, que en casi todos los países analizados, identifican las actividades relacionadas con los medios audiovisuales, como la principal actividad de uso del tiempo libre”, agrega Zapata.

Según las cifras, en América Latina el menor porcentaje de ‘no lectores’ de libros está en Chile, que en 2011 presentaba un 20% de ‘no lectores’. En Brasil es de 50%, en Argentina es de 45% y en Colombia de 44%.

El índice de lectura de revistas lo encabeza Chile con 47% de la población, seguido por Brasil con 42% y Uruguay con 40%. Colombia registró el índice más bajo con 26%.

En Perú, 71% de los encuestados manifestó leer periódicos, seguido por los dominicanos con el 47%. Brasil registra el menor índice de lectura de periódicos, 15%, seguido por Colombia con 29%. Portugal y España registran un índice de lectura de periódicos de 83% y 78% respectivamente.

Uno de los indicadores más representativos del desarrollo lector de la población es el consumo promedio de libros al año. Chile y Argentina encabezan la lista con 5,4 y 4,6 libros leídos por habitante, respectivamente.  El indicador para Brasil fue de 4,0 libros por habitante al año. En la parte baja se encuentran Colombia y México con 2,2 y 2,9 libros promedio por habitante. España registra un promedio de 10,3 libros leídos por habitante en 2011.

Según el estudio de Cerlalc, las librerías son el principal lugar de compra de libros en la región. Aproximadamente el 60% de la población los adquiere en estos lugares. El  segundo lugar para acceder al libro varía entre los países. Para los chilenos, las ferias del libro son importantes, según el 27% de los lectores. En Brasil, el 18% de la población acude a los quioscos, mientras que 10% de los lectores colombianos adquiere los libros en la escuela. El 24% de los españoles reportó como segunda opción para adquirir los libros los almacenes por departamentos.

La lectura en soportes digitales viene ganando espacio en la región, aunque todavía en una proporción pequeña especialmente de libros. Esta situación puede estar influenciada por la casi inexistente oferta de dispositivos lectores y la escasa oferta editorial en este tipo de soportes.

Según Fernando Zapata, “entender lo que pasa en la lectura y en la mente de los lectores debe ser una prioridad dentro de las políticas educativas y culturales de América Latina. Los gobiernos deben ser conscientes de  la importancia de construir metas e indicadores comunes que proporcionen las herramientas necesarias para impulsar acciones conjuntas en torno a la  lectura y a la incorporación de las tecnologías digitales en los campos de la educación, la cultura y el acceso a la información. Por lo tanto, ninguno de los países debería estar por fuera del mapa de medición de la lectura”.

Y agregó que “el fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual y la actualización de las normas del derecho de autor en el entorno digital son imperativos para la promoción de la creación y el aprovechamiento del potencial regional en la producción de contenidos culturales”.

Mensaje del director Cerlalc- Unesco


Abunda la literatura especializada que señala la relevancia de la lectura, la escritura y el libro en los procesos de desarrollo económico y social, en la actual sociedad del conocimiento.  Esa importancia la entendieron la UNESCO y el gobierno colombiano, cuando crearon en 1971 el CERLALC.

La juiciosa tarea iniciada entonces, encontró eco en Iberoamérica, que hoy trabaja por la formulación y ejecución de políticas públicas de fomento de la  lectura, la escritura y las bibliotecas, además de crear entornos propicios para la creación editorial, la producción y circulación de libros, en los ámbitos del español y del portugués.

Una mirada a la situación actual de la región muestra que, pese a los avances de cuatro décadas, es aún muy grande la brecha con el mundo desarrollado, situación que se refleja en las mediciones internacionales.

América Latina tiene el reto de hacer más visible su creación intelectual en un contexto global, de hacer mejores ciudadanos, formando mejores lectores, y de aprovechar la escala regional para producir más libros de calidad que circulen en papel o por las redes virtuales.

Este esfuerzo puede trascender hacia otros espacios geográficos, en los dominios del español y del portugués, tal como buscan Brasil y Portugal al proponer llevar la experiencia del CERLALC hacia África.

De los cinco centros creados en los años sesenta para fomentar la tarea de promover el libro y la lectura en el mundo, es el de Iberoamérica el  único que sobrevive.

Los bienes y servicios culturales constituyen hoy la veta de una floreciente y prometedora actividad económica, a la vez que satisfacen uno de los mayores anhelos de la civilización: ampliar las posibilidades de acceso al conocimiento y a la información,  contribuyendo a cerrar la brecha social y dando concreción a conceptos como identidad y diversidad cultural.