En escuelas de Puerto Rico arranca la era del libro digital

5 de septiembre de 2012
Fuente: El Nuevo Día

A paso lento, pero seguro, escuelas en Puerto Rico están fomentando el uso de e-books. Sus ventajas incluyen el bajo costo comparado con los impresos.

Por Sandra Caquías Cruz/end.scaquias@elnuevodia.com

El uso de libros  de texto electrónicos o e-books, esa nueva manera de leer en la que los impulsos electrónicos y una pantalla sustituyen la tinta y el papel, es una tendencia mundial en crecimiento, y Puerto Rico se ha montado, poco a poco, sobre esta ola.

Así las cosas, las mochilas pesadas parece que van quedando atrás en, al menos, una decena de colegios en la Isla que se han insertado en esta transformación. “Los e-books han llegado para quedarse”, aseguró María E. Villanueva, editora jefe del Departamento de Español de Editorial Santillana, quienes venden un híbrido que combina el  e-book con el libro en papel.

Los estudiantes que utilizan e-books en sus clases se expresan encantados. Una de ellas es Paula Landrón Vidal, quien cursa el undécimo grado. “En verdad, son chulos porque el de inglés te lee el cuento, si no entiendes una palabra te sale la definición”.

Una de las motivaciones que tiene Paula es que puede utilizar la computadora como una libreta. “No tienes que copiar nada, y es mejor porque la computadora pesa menos que todas las libretas en un bulto”, dijo.

El mercado local de libros de texto en formato e-book, explicó la editora de Santillana, se encuentra en “un proceso de transición” al que ha  habido resistencia por parte de los educadores. “No todos los maestros han recibido los e-books tan plácidamente”, destacó.

Los libros de texto en línea comenzaron a utilizarse en los colegios privados en el 2004, pero su aceptación ha sido lenta, afirmó Nelson Class, gerente general de la editorial Cengage Learning, que se dedica a vender e-books en Puerto Rico.

“Ha habido mucho interés (por los e-books), pero a la hora de adoptarlos surge resistencia, tal vez un poco por el desconocimiento”, dijo Class.

En Puerto Rico, el mercado de e-books en colegios y academias apenas alcanza un 5%, según estimó.

Estadísticas de la Asociación Americana de Editores publicadas en mayo pasado reportan que el crecimiento en las ventas de e-books ha sido vertiginoso en  Estados Unidos. Allí, el ingreso total para el 2011 fue de $21.4 millones, un aumento considerable comparado con el año 2010 cuando las ventas alcanzaron los  $4.9 millones. Estos números representan la venta de 3.4 millones de e-books.

Existen, al menos, dos modalidades de estos libros. Unos son  los que se compran en internet, cuyo contenido se descarga e instala en la computadora o tableta y puede ser utilizado sin estar conectado a internet y sin fecha de expiración. Los otros son los e-books cuyo uso es por un tiempo preestablecido y requieren una conexión a internet cada vez que se vaya a utilizar.

Mariana Alvelo, estudiante de décimo grado, también se expresó encantada con los e-books porque, entre otras cosas, los puede acceder en cualquier sitio que haya internet. “No corro el riesgo de que se pierdan”, dijo.

La jovencita resaltó que “el beneficio no es tanto para mí, es para mis papás porque el e-book es mucho más barato”. Mientras, su compañera de clases en la Academia María Reina, Carla Feo Portuondo, aseguró que no cambiaría los e-books por libros de papel. “Son mejores para el ambiente’, comentó.

El mercado de los libros de texto electrónicos que se venden en Puerto Rico, cuyo principal cliente son las universidades, amenaza al libro impreso pero no lo hará desaparecer, aseguró Class. Aceptó que el volumen de libros que se imprimen ha bajado sustancialmente.

“Creo que eso va a ser una tendencia, pero el impreso sigue teniendo su lugar. Honestamente, no creo que desaparezca”, auguró.

Los retos

La poca utilización de libros de texto en formato e-book se debe, en parte, a que la escuela o colegio necesita una infraestructura más allá de que cada estudiante tenga su computadora.

La Academia María Reina, en San Juan, una de las pocas insertadas en la utilización de los libros de texto en línea, cuenta con dos proveedores del servicio de internet por si uno falla. También tiene sistema de conexión inalámbrica (WiFi) para permitirle al estudiante acceso a su libro desde cualquier lugar del plantel.

A esa tecnología se suma la contratación de técnicos en computadoras para auxiliar a los estudiantes cuando tienen problemas con su aparato electrónico. La Academia presta las computadoras a los alumnos, pero solo para uso en la institución.

Este colegio comenzó a utilizar libros en línea para la materia de literatura en inglés y la acogida en la comunidad escolar los obligó a seguir incorporando otras materias. Ya son cinco los cursos en  los que los utilizan: matemáticas, inglés, historia, ciencias y francés.

Esa acogida  se debe, en parte, a que “el libro en línea habla el mismo idioma que esta generación de estudiantes, los llamados nativos digitales”, expresó Dorisa Vizcarrondo, viceprincipal de la Academia.

Una de las ventajas que se le señalan a los libros de texto en línea es su bajo costo. “Con lo que se paga por un libro en papel puedo comprar hasta tres libros en línea”, destacó Vizcarrondo, quien además de su cargo en la Academia tiene una hija cuyos libros de texto son e-books. “Los padres entienden que esto es el futuro”, dijo.

Francisco Guzmán, director del Departamento de Tecnología de  María Reina, explicó que un libro de texto en inglés con un costo aproximado de $120 cuesta $40 cuando es e-book. “Al año hay un ahorro aproximado de $300 (en libros)”, destacó el profesor, quien no cree que desaparezca el libro impreso.

Más allá de la página

Otra ventaja de los libros de texto en línea es que capturan al estudiante y le facilitan el aprendizaje con la utilización de diversos recursos en línea. Un ejemplo de eso es que el estudiante puede complementar la lectura de un cuento en otro idioma escuchando la pronunciación correcta.

Los e-books permiten realizar las tareas desde cualquier punto del planeta donde se tenga  acceso a internet. “El libro ya no se queda ni en la casa ni en la escuela”, resaltó Guzmán.

Otros que también sacan provecho de los libros electrónicos son los maestros. El sistema les permite ayudar a sus estudiantes a distancia e, incluso, pueden monitorear si sus alumnos realizaron las tareas y cuánto tiempo estuvieron trabajando en estos libros, dijo Class.

En los casos de las materias como matemáticas, los estudiantes pueden realizar las tareas en línea o imprimir la hoja de ejercicios. La mayoría de las casas editoras permiten imprimir páginas de los e-books.

Los libros de ciencias proveen para que los alumnos puedan realizar laboratorios virtuales y observar las reacciones. Y con los de estudios sociales pueden hacer un viaje virtual hasta el lugar que están estudiando.

“Nuestro reto mayor es convertir los e-books en una herramienta que transforme el proceso de enseñanza. Solo el tiempo dirá si estamos aportando al proceso de educación y enseñanza”, agregó.

La estudiante de décimo grado María del Mar Rosario dijo sin reparo que  los e-books “me encantan porque no tengo que cargar los libros (de papel)”.