Fuente: Diario Financiero (df.cl)
Editoriales y cadenas de librerías están celebrando el repunte de las ventas en todo el mundo.
Por Henry Mance Y Kadhim Shubber
Las ventas de libros de ficción para jóvenes adultos aumentaron 12% a tasa interanual en 2014.
A pesar de las amenazas que representan los e-readers, la inminente muerte del tradicional formato impreso parece ser exagerada. Libreros desvaneciéndose, e-books surgiendo y todo el poder para Amazon. Esa ha sido por largo tiempo la narrativa de la industria editorial, con miles de las una vez amadas tiendas desapareciendo de las calles en ambos lados del Atlántico.
Weterstones, uno de las mayores cadenas de librerías que quedan en el Reino Unido, pareció respaldar el cambio a lo digital hace dos años, cuando comenzó a vender el eReaders Kindle de Amazon en un intento por cubrir los gastos. Hasta ahora, Pwc, la firma de servicios profesionales, decretó que el 2015 sería el año en que los eBook superarían en número de ventas al libro físico en el Reino Unido.
Pero la trama ha cambiado drásticamente, con editoriales y cadenas de librerías en Estados Unidos, Reino Unido y Australia celebrando las cifras de ventas que muestran la resiliencia de las ediciones físicas y de las tiendas de ladrillo y cemento.
Waterstones dijo que sus ventas aumentaron 5% en diciembre comparado con el año anterior, no gracias al Kindle, cuyas ventas «prácticamente han desaparecido», según James Daunt, director ejecutivo. «La situación es difícil, pero estamos llegando el fondo del mercado», dijo Sam Husain, director ejecutivo de Foyles, el rival más pequeño de Waterstones. Su compañía reportó 8% de crecimiento en las ventas, a pesar de su decepcionante experimento con eReader.
El optimismo hizo eco en la norteamericana Barnes & Noble que parece haber visto el final de las caídas en las ventas, y espera que éstas sean planas en 2014 y 2015. Sus acciones subieron 5% con la noticia. El cambio de humor se produce luego de un ansioso año para las editoriales, cuyas utilidades a largo plazo estuvieron en duda durante una desagradable pelea de precios entre Amazon y la francesa Hachette.
En general el número de libros físicos vendidos en EEUU aumentó 2,4% el último año, a 635 millones, de acuerdo a Nielsen Book-Scan. En el Reino Unido, las ventas de libros cayeron 1,3%, una mejora de la baja de 6,5% de 2013, a pesar de la escasez de éxitos que sigan a 50 sombras de Grey o la autobiografía de Sir Alex Ferguson, el ex técnico del club Manchester United. Las ventas continúan fuerte este año.
La audiencia joven
La resiliencia del libro físico ha dependido de los compradores más jóvenes.
Las ventas de libros de ficción para jóvenes adultos aumentaron 12% a tasa interanual en 2014, mientras que las de ficción para adultos cayó cerca de 8%. El género ha sido un punto brillante en años recientes, con el éxito de la saga Crepúsculo, la trilogía Divergente y las novelas de John Green Bajo la Misma Estrella. En Reino Unido, los libros para niños ahora representan un cuarto de las ventas.
Un reciente sondeo realizado por Nielsen arrojó que los adolescentes prefieren los libros impresos. Se sugiere que la preferencia de los padres o la escasez de tarjetas de crédito para compras online pueden ser las responsables. «Pero otra explicación podría ser la inclinación de los adolescentes de prestar y compartir libros en lugar de compralos, que es más fácil de hacer en forma impresa», dice Nielsen. Las editoriales también cambiaron su enfoque hacia la impresión. Han invertido en ediciones ilustradas con precios más accesibles a los clientes, mientras que recortan precios a los géneros de ciencia ficción y romance, que los lectores están más dispuestos a adquirir en forma de eBooks y en trabajos de publicación propia.
Frenazo del eBook
En el reciente reporte de Deloitte se estima que los libros impresos van a representar el 80% de todos los libros vendidos en el mundo en términos de dólares este año. Eso contrasta con la expectación previa de la industria donde las ventas de eBooks podría transformarse en al menos la mitad del mercado. «Todos pensaron que se podría nivelar en 50-50. Hoy es más 60-40», dijo Larry Findlay, director general de editores Transworld.
Un factor clave parece ser el estancamiento en la venta de eReaders, que no se han vuelto tan omnipresentes como los smartphones y tablets. Amazon no ha revelado las cifras de ventas de su Kindle. Pero la firma de investigaciones Gartner estima que las ventas de su aparato alcanzaron su punto máximo en 2011, con los dueños teniendo pocas razones para cambiarse a nuevos y mejores modelos y con otros consumidores optando más bien por tablets multifuncionales.
Para los editores, el crecimiento más lento de eBooks es una bendición disfrazada. Ediciones digitales se han convertido en la clave del éxito, agregando un estimado de $3 mil millones a las ventas de libros en Estados Unidos los últimos cinco años. Hay márgenes más altos de ganancia que con libros impresos gracias a los menores costos de producción y distribución. Sin embargo, los eBooks vuelven a las editoriales más dependientes a Amazon, que tiene una mayor porción del mercado digital que de libros físicos. La empresa tecnológica representa una amenza a largo plazo para las editoriales, debido a su control de precios y la promoción de libros autopublicados.
Cambiando hábitos de compras
Se ha planteado la idea de cómo revigorizar las librerías, pero Weterstones y Barnes & Noble parecen estar beneficiándose de movimientos menos radicales.Waterstones ha gastado millones de libras renovando sus 290 tiendas, agregando cafés y tratando de emular las librerías locales al darle al jefe de local más control.
El crecimiento de las ventas «que se realizan por Internet pero que se retiran en persona» también beneficia a las tiendas, que pueden animar a los compradores a echar un vistazo cuando vayan a retirar sus pedidos.
En Estados Unidos, Barnes & Noble ha puesto su fe en vender productos asociados a los libros, incluyendo discos de vinilo y sets de cervezas artesanales. Algunos en la industria de los libros sugieren que las tiendas físicas pueden beneficiarse del resentimiento contra Amazon entre algunos consumidores.
Sin embargo, globalmente, no hay garantías de que el libro físico vaya a ser vendido a través de las librerías físicas. «Las ventas online de libros físicos posiblemente se mantendrán fuertes» dijo Deloitte, en su predicciones para 2015.