Así como Dios usó palabras para crear el mundo y darnos mandamientos, nosotros también usamos palabras con diversos motivos. De hecho, utilizamos el mismo lenguaje para conversar entre nosotros que para hablar con Dios.
Entonces, ¿puede nuestra charla cotidiana ser tan importante como las palabras y oraciones que escuchamos desde el púlpito? El autor dice categóricamente que sí.
Así hablaba Jesús explora cómo el Maestro usaba el lenguaje. Él era pragmático y no abstracto, metafórico y no dogmático. Su lenguaje no era el lenguaje directo de la información o la instrucción, sino un lenguaje indirecto y oblicuo que requiere una imaginación participante: un lenguaje “sutil”.
A lo largo del libro, el autor señala la manera cautivante e imaginativa en que Jesús le hablaba —tanto a la gente como a su Padre— como un modelo para nosotros hoy día.
294 páginas
Categoría: Teología
Disponible: Septiembre 2012