En este volumen, aparecido originalmente en ocasión del medio milenio del nacimiento de Martín Lutero en 1983, Miegge explora brevemente, aunque sin dejar de hacerlo profundamente, los entretelones de la labor reformadora del ex monje agustino alemán y su impacto en el surgimiento de la modernidad en Occidente. Para ello, describe el contexto social y religioso de su época, así como las dudas y certezas que lo acecharon sobre la marcha, sin olvidar sus conflictos espirituales y teológicos: el rechazo progresivo de las indulgencias y del papado, la demolición del poder sacerdotal y su descubrimiento de la libertad cristiana. Asimismo, aborda sus grandes documentos de 1520 y los contradictorios sucesos ligados a la guerra de los campesinos en 1525, relacionados con la mirada apocalíptica del reformador y el contraste con personajes como Thomas Müntzer y Juan Calvino, uno estricto contemporáneo suyo, y el otro, sucesor suyo en más de un sentido.
En las secciones finales, la exposición se orienta hacia los efectos teológicos y sociales de las luchas reformadoras, tales como la teología del pacto, la guerra civil inglesa, las colonias americanas y otros movimientos, algunos de ellos vistos como francamente revolucionarios. Para, finalmente, terminar con un tema inevitable: la ética protestante, en diálogo expreso con sus expositores y críticos, especialmente a partir de temas tan controversiales como la vocación (o llamamiento), el trabajo y, sobre todo, el surgimiento del capitalismo, aspecto al que dedica páginas iluminadoras. Se trata de un volumen imprescindible para lectores/as atentos a los acontecimientos que renovaron el rostro de la presencia cristiana en el mundo, sobre todo al encontrarnos a las puertas de la celebración de los 500 años de la Reforma Protestante.
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