Este libro nos muestra como nuestras vidas, forma de pensar y de actuar, y en especial el manejo de nuestra sexualidad, deben estar supeditados a la supremacía de Cristo.
Desde una perspectiva positiva, señala que la sexualidad fue diseñada por Dios como una forma de conocer más profundamente a Dios en Cristo, y que conocer a Dios en Cristo a mayor profundidad es un camino diseñado por el Creador para guiar y proteger nuestra sexualidad; desde una perspectiva negativa, se puede decir que cualquier uso incorrecto de nuestra sexualidad distorsiona el verdadero conocimiento de Cristo, al tiempo que todo uso incorrecto de nuestra sexualidad deriva de no poseer el verdadero conocimiento de Cristo.
El sexo ha sido diseñado para dirigir hacia, y no para ser un sustituto de Dios.
Disponible: Diciembre 2013