¿Sabías qué C.S. Lewis comenzó esta novela al principio de su vida, cuando Dios estaba lejos de sus pensamientos, y la completó treinta años después?
Mientras no tengamos rostro, narrado desde el punto de vista de la hermana de Psique, Orual; es un brillante análisis de la envidia, la traición, la pérdida, el dolor, la culpa y la conversión. En esta novela, la última que escribió, y la más madura y magistral, Lewis nos recuerda nuestra propia falibilidad y el papel de un poder superior en nuestras vidas.