
Enseña a los padres a navegar los tiempos presentes y levantar una generación de hombres con principios piadosos. En medio de una epidemia de hombres adultos con la madurez de un niño, Cría hombres, no niños, exhorta a que los padres puedan evitar que sus hijos vivan una adolescencia prolongada. Motiva a los padres para que administren el don de la paternidad y pastoreen a sus hijos para que sean hombres de Dios.