El discipulado no siempre incluye un programa estructurado pero siempre incluye relaciones significativas. Cuando una iglesia aprende a fortalecer las relaciones interpersonales de sus miembros y desarrolla una vocación inclusiva, ayuda a sus miembros a crecer en calidad y por lo tanto se desata para esa congregación una multiplicación cuantitativa orgánica ya que sus miembros quieren ser parte de la iglesia y son los suficientemente contagiosos como para sumar a otras personas.
En este libro, el pastor Sergio Valerga explora el desarrollo de una visión de relaciones de 360 grados para impulsar un crecimiento orgánico y sano de la congregación. Al mejorar la relación del staff con los miembros, el staff con otros miembros del equipo y con los voluntarios y también la relación de la congregación con una sociedad en necesidad urgente de empatía y servicio genuino la ganancia es para todos ya que se benefician las personas, se beneficia la congregación y se beneficia la sociedad como fruto del impacto de esa iglesia.