Sabiendo que solo le quedaba una semana con sus discípulos, ¿qué les dijo Jesús? ¿A dónde fue? ¿Qué hizo? ¿Qué le importaba de veras en esas últimas horas? Y los ángeles guardaron silencio nos permite tener una visión íntima y reveladora de la última semana de nuestro Salvador. Si bien es comprensible que estemos preocupados por los desafíos de un mundo inestable y cambiante, es importante volver la mirada hacia Aquel que no cambia y que no dudó en llevar a cabo su obra redentora.