Tu fuerza, Señor. Una madre que cuidó a su hijo con discapacidad durante 20 años.
Stella, una mamá primeriza con un hijo muy especial comparte su experiencia, casi en soledad, hasta que entregó su vida a Jesucristo. Durante 20 años mientras atendía a Luciano y en simúltaneo a otros hijos, aún cuando ella no se había dado cuenta, Dios iba trabajando en su corazón y en él de toda su familia. Así comparte la autora: «…Dios nunca nos abandonó. Cuando miro hacia atrás puedo reconocer el cambio que significa hacerlo en Su fuerza, y no en las nuestras».